La travesía se anuncia tórrida con Le Male Elixir, nuevo recluta de la tripulación Jean Paul Gaultier. Después de un soplo de menta vivificante, su estela eleva la adicción un grado hasta convertirse en un incomparable elixir. Bajo sus aires frescos, la lavanda cobra rápidamente una dimensión carnal, sublimada por la riqueza balsámica del benjuí con acentos licorosos y avainillados. El haba tonka eleva la apuesta con sus inflexiones cálidas y suaves, entre miel y tabaco.