Argentina cuenta con casi 53 millones de cabezas de ganado (entre todas las categorías), ocupando la sexta posición mundial tanto como país productor como en stock de animales, y el décimo lugar en exportación de carne por país. La producción ganadera argentina se destaca no solo por su elevado consumo interno de carne y productos derivados, sino también por la producción y exportación de carne de calidad.Y una técnica que viene ganando espacio en los últimos años es la ganadería regenerativa.
Su principal objetivo es generar una sinergia más armónica entre los procesos ganaderos y el medio ambiente, promoviendo el desarrollo sustentable de los recursos naturales.
5 de sus principales ventajas son:
- Cosechas de alta calidad y con densidad de nutrientes.
- Bajos costos, que aumentan la rentabilidad.
- Mejora la salud de los suelos.
- Emisiones de carbono 40% más bajas.
- Los animales cuentan con más y mejor alimento a lo largo del año.
Compost, cultivos de cobertura, abono verde, rotaciones de cultivos, pastoreo, entre otros, son algunas de las prácticas implementadas en los campos donde siguen este método. El pastoreo, por ejemplo, es una práctica que impulsa la recuperación de los suelos y mejora su biodiversidad.
Esa práctica permite que el productor tenga costos más bajos, ya que ahorra en insumos que son aprovechados de manera natural en la finca, permitiendo aumentar las ganancias y asegurar la producción de las comunidades agrícolas.
La ganadería regenerativa apunta a la sustentabilidad medioambiental, económica y social. Se ha convertido en un sistema que abre una puerta de seguridad en los años venideros que serán más complejos ambientalmente y se necesitarán medidas más naturales para poder cumplir con todas nuestras necesidades.
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